Fitocannabinoides, procesos y mecanismo de acción
Los fitocannabinoides son compuestos naturales activos provenientes de las plantas del género Cannabis que actúan sobre el sistema endocannabinoide. Además de los fitocannabinoides más conocidos, el THC y el CBD, el cannabis contiene otras sustancias farmacológicamente activas (terpenos, entre otras), algunas de las cuales actúan en conjunto de forma sinérgica. Cualquier cannabinoide formado en los tricomas de una planta de cannabis se conoce como fitocannabinoide. Los fitocannabinoides interfieren con los receptores de nuestro cuerpo a medida que se extraen de la planta y se ingieren, lo que produce una variedad de efectos psicotrópicos y terapéuticos.

¿Cómo se sintetizan los fitocannabinoides?
Los fitocannabinoides se sintetizan conjuntamente con los terpenos (los componentes principales de los aceites esenciales) en células secretoras ubicadas dentro de tricomas glandulares y alcanzan su mayor concentración en las flores femeninas no fertilizadas de la planta de cannabis. La materia prima común para la síntesis de los cannabinoides y los terpenoides es el pirofosfato de geranilo (geranilpirosfato o GPP). A través de la conjugación enzimática de GPP con acido olive tólico, es formado el ácido cannabigerólico o CBGA, a partir del cual luego se producen entre otros CBG (cannabigerol), THCA (ácido tetrahidrocannabinólico), CBDA (ácido cannabidiólico) o CBCA (ácido cannabicroménico). En la planta, los cannabinoides se presentan predominantemente en la forma de sus precursores acídicos, los ácidos carboxílicos (en vez de THC p. ej. THCA; A representa aquí ácido). Mediante la acción de la luz, del calor o del almacenamiento prolongado, estos precursores ácidos se convierten en sus formas neutrales, más activas farmacológicamente, a través de la descarboxilación –es decir, la eliminación de un grupo carboxilo (por ejemplo, el THCA, débil agonista del receptor CB1, se convierte en el THC, potente agonista del receptor CB1).
¿Qué fitocannabinoides existen y qué efecto farmacológico producen?
El cannabinoide más conocido es el Δ9-tetrahidrocannabinol psicoactivo (Δ9-THC), que fue aislado en 1964 por Yehiel Gaoni y Raphael Mechoulam en el Instituto Weizmann de Ciencia en Israel. 6 El THC (la sustancia psicoactiva presente en el cannabis, principalmente antiemético, relajante y sedante) ejerce su acción en particular como agonista de los receptores CB1 y CB2 del sistema endocannabinoide (ECS). La función principal del ECS consiste entre otras en la inhibición o la liberación de diversos neurotransmisores.

Dicho de forma muy simplificada, los receptores CB1 se expresan en el sistema nervioso central, el tracto gastrointestinal, las células adiposas, el parénquima hepático y los músculos esqueléticos; los receptores CB2, mayormente en las células inmunológicas. El segundo cannabinoide más frecuente en el cáñamo medicinal, el cannabidiol (CBD, con efecto antipsicótico, ansiolítico, antiinflamatorio, antiemético y espasmolítico), no es psicoactivo y actúa parcialmente de forma indirecta a través de la modulación de la interacción THC/Receptor CB2.
Se han verificado más mecanismos de acción para el CBD, incluyendo una afinidad de unión agonista al receptor de serotonina 5-HT1 y al receptor GPR55 (potencialmente el receptor CB3 del ECS), así como el bloqueo del receptor opioide μ.7 Es de destacar especialmente que el CBD atenúa significativamente los efectos psicoactivos del THC, por lo cual ahora se lo considera en la literatura científica como medicamento potencialmente antipsicótico.
Se han podido comprobar experimentalmente más aplicaciones terapéuticas para otros fitocannabinoides de cannabis, incluyendo el tetrahidrocannabivarín, el cannabigerol y el cannabicromeno, (propiedades antiinflamatorias, neuroprotectoras y modulatorias). Los terpenos (aceites esenciales) también parecen tener relevancia dentro de la «orquesta» farmacológica del cannabis. Es bien sabido fuera de la investigación del cannabis que, por ejemplo, el aroma del limoneno (terpeno presente en el cannabis y los cítricos) tiene el efecto de mejorar el estado de ánimo, y que el mirceno (terpeno presente en el cáñamo y el lúpulo) tiene efecto tranquilizador.
Para concluir, es necesario estudiar en profundidad esta compleja red de receptores, que determina múltiples dianas sobre las que podemos actuar con los fitocannabinoides. Los fitocannabinoides son moléculas muy poco tóxicas, y conocemos sus efectos secundarios, que podemos prever y solucionar fácilmente. Probablemente aún no se ha comprobado que son los analgésicos o antiinflamatorios más potentes, comparados con otros fármacos, tampoco son los antiepilépticos más efectivos, ni su efecto ansiolítico es el más potente, pero nos ofrecen la posibilidad de tratar con resultados muy interesantes a pacientes que ya no tienen opciones terapéuticas o quieren reducir la toxicidad de algunos tratamientos prescritos, por la aparición de efectos secundarios que contraindican el tratamiento. Es aquí donde los fitocannabinoides son muy útiles para muchos pacientes, mejorando su calidad de vida con el uso seguro y controlado de cannabinoides.